
Aislamiento: Un buen aislamiento en paredes, techos y ventanas reduce las pérdidas de calor y permite mantener una temperatura confortable con menos energía.
Termostato programable: Permite programar la temperatura para que se ajuste automáticamente a tus horarios y necesidades, evitando así un consumo innecesario.
Purgar los radiadores: Eliminar el aire acumulado en los radiadores mejora su eficiencia y evita ruidos molestos.
No cubrir los radiadores: No coloques muebles, cortinas ni ropa cerca de los radiadores, ya que esto impide que el calor se distribuya correctamente.