Radiadores de «calor azul»: Estos radiadores eléctricos utilizan un fluido especial para mejorar la eficiencia y calentar los espacios de manera más rápida. A menudo, se combinan con funciones inteligentes como controles digitales a través de aplicaciones, detectores de presencia y temporizadores para optimizar el consumo de energía.
Válvulas termostáticas inteligentes: Para aquellos que ya tienen radiadores, existen válvulas inteligentes que permiten gestionar la temperatura de cada habitación de forma independiente y a través del teléfono móvil, lo que ayuda a reducir el consumo de forma significativa.
Tecnología en materiales: Se están aplicando mejoras en los materiales y procesos de fabricación. Por ejemplo, en el sector automotriz, los radiadores de cobre están experimentando innovaciones en la soldadura para una mayor durabilidad y eficiencia en la transferencia de calor.